Te quiero proponer una simple armonización de tu espacio vital, por donde te mueves, donde descansas, donde fluye mayormente tu vida: tu casa.
El espacio vital es fundamental porque atesora tu aura, llenas este espacio de tu energía y al mismo tiempo te nutres de él. Dicen que limpiar la casa, es limpiar el alma. Y sí, es verdad, cuando la casa está en sintonía con tu energía, la siembras y la pules, la alimentas y la sanas, tú también estás del mismo modo. Limpia tu casa y límpiate a ti.
Meditación:
- Trata de estar sola/o en tu casa.
- Escoge un aroma (incienso, vela o -preferentemente- esencia) y ponlo a circular.
- Pon una música muy suave y relajarte, o sonidos de naturaleza (agua, olas de mar, viento, lluvia)
- Utiliza la música y la naturaleza para limpiar, despejar, aclarar, e iluminar.
- Ve por cada habitación y di este mantra: La paz de mi casa es la paz de mi alma. La paz de mi alma es la paz de mi casa.
- Siéntate en el centro de tu casa, lo que creas que es el punto medio.
- Medita 10 minutos protegiendo a tu casa en un triángulo luminoso blanco.
¡Que tengas una maravillosa meditación de 10!
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