Hoy quiero hablarle les sobre algo que nos sucede a todos y que, en menor o mayor escala, nos pone en una disyuntiva que se traduce en preguntarnos: ¿Qué hacemos?
A veces el pasado por más elaborado que lo tengamos y lo hayamos cerrado por completo se presenta en una galería de acontecimientos que nos ponen a prueba.
Estoy hablando de ese pasado que representa un fragmento de vida que quizás no fue un trauma (aunque mayormente sí) pero que hace referencia a un tiempo de inmadurez y que nos ha costado mucho por progresar para que quede como un capítulo aprendido.
Justamente cuando regresa un acontecimiento o personas que estuvieron en el ponen a prueba lo que aprendimos, lo que decidimos y lo que estamos dispuestos a cambiar.
En un lapso mediano, cuando pasamos a nuevas instancias y tomamos distancias de modelos de pensar, sentir y actuar, muchos nos transformamos. Esta trilogía de la persona mente, emociones y acciones, crece, se modifica, adquiere un alcance diferente.
No todos progresamos de la misma manera, no todos cambiamos esquemas mentales, tomamos conciencia de las emociones y somos congruentes en la conducta que creamos.
En muchos, estos eslabones están fragmentados, incluso podemos ser quienes estamos afectados en algún grado y esto cambia drásticamente el regreso al pasado y nuestra capacidad o habilidad para enfrentarlo.
Cuando el pasado nos llega podemos ser quienes no hayamos cambiado en nada y este regrese y nos impacte tanto o más que cuando fue presente.
En otras ocasiones, puede regresar y encontrarnos más allá de esos sucesos y haber cambiado en cierto modo para crecer y evolucionar en alguna dirección.
De uno u otro modo, es importante saber que la prueba es difícil pero la conciencia plena sobre lo que está sucediendo es clave.
Mis preguntas al respecto son:
●¿por qué el pasado me conmueve?
●¿qué emociones se están moviendo dentro de mí?
●¿qué miedos están agitándose?
●¿hay algo que sienta que sigue vulnerable en mí?
●¿este regreso implica una decisión, cuál?
●¿puedo tomar esa decisión?
●¿existe la posibilidad de que sienta mucha confusión?
●¿existe la posibilidad de que esté ingresando a una crisis?
●¿hay probabilidad de que mis mociones estén confundidas y chocando unas con otras?
●¿puedo tomarme el tiempo para aclarar mi mente?
●¿siento prisa por tomar un camino de resolución?
●¿qué pasaría si tomo distancia?
●¿estoy experimentado emociones o sensaciones que ya había superado?
●¿me estoy resistiendo o negando a enfrentar este episodio?
●¿me cuestionó las posibles acciones que deseo tomar?
●¿siento una recaída o regresión?
●¿pierdo la confianza personal?
●¿siento culpa por posibles decisiones?
Lo que más nos perturba nos enseña.
Estas preguntas me han servido de mucho cuando he estado de ambos lados de la realidad. Cuando el pasado volvió y no estaba trabajado como creía, cuando sí lo estaba y requería ordenar mi pensamiento y emociones entorno a el.
De los dos modos me di cuenta que se trataba de un gran maestro envuelto en perturbación para que encontrará claridad, ordenará mis sentimientos y tomará acciones que honrará ese pasado que estaba regresando.
Me di cuenta que esta reunión con un tiempo que ya no está sucediendo, tenía unas implicaciones básicas:
Aceptarlo, reconocerlo, ordenarlo, perdonarlo, aprenderlo, sanar, soltarlo, decidir y superarlo
Pero el mayor énfasis es que todo esto acaba con una decisión que configurará las mismas formas de conducirte u otras completamente nuevas, muchas de las cuales quizás no conozcas hasta que no las pongas en marcha.
Lo siguiente y más importante es que lo que sientas y quieras sea el motor consciente y claro de eso que decidirás y que siempre estará bien, aún cuando más adelante cambies. Lo importante es que seas consciente de ello y de lo que vas tomando y dejando en el camino.
Hay pasados que viene a probar lo que aprendimos o adquirir nuevas enseñanzas para otras fases de nuestras vidas. No sirve de nada pelearse, lamentarse o tener miedo, lo más útil es tener todo derecho y claro en la mente y el corazón, el protocolo más importante para poder enfrentar ese viejo visitante a nuestras vidas.
@juliodieztesta therapy
Deja tu comentario